CEPLAN: “Seminario Crimen organizado: balances y perspectivas”


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22 marzo, 2016

Seminario que contó con la participación de expertos nacionales e internacionales, como Lucía Dammert y Nicolás Zevallos.

El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) organizó el Seminario ‘Crimen organizado: balances y perspectivas’, a fin de promover la interacción entre expertos del sector público, privado y la academia, con la finalidad de identificar estrategias que permitan comprender y abordar las manifestaciones del crimen organizado en el Perú.

El evento contó con la participación de los expertos Lucía Dammert, especialista en seguridad de la Universidad de Santiago de Chile; y Nicolás Zevallos, investigador principal del Laboratorio de Criminología de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En su intervención, Lucía Dammert presentó el desafío que representa el crimen organizado para América Latina. En ese sentido, resaltó que es indispensable conocer la extensión del fenómeno del crimen organizado y no solo focalizarlo como un problema de tráfico ilícito de drogas. Al respecto, mencionó la importancia de enfocarnos en la presencia de la corrupción en los niveles de gobierno, que facilita la expansión de las redes criminales y que debilita la capacidad del Estado.

“El crimen organizado es un fenómeno complejo y representa una de las principales amenazas en el Perú y en América Latina. En los últimos años hemos sido testigos del incremento de las actividades ilícitas transnacionales y de la expansión de los mercados ilegales ligados al tráfico ilícito de drogas, la trata de personas, el lavado de activos y  la minería ilegal”, señaló.

De igual forma,  destacó que la respuesta frente a una problemática compleja como el crimen organizado no es sencilla ni de corto plazo. Por el contrario, su abordaje requiere de espacios de reflexión que permitan el diseño de una política integral multidimensional, interinstitucional y descentralizada.

Además, Dammert mencionó en el seminario del Ceplan, que existe una sofisticación de la delincuencia organizada transnacional en el país, que no se responde con una sofisticación y especialización de las agencias encargadas de combatirlos. Por el contrario, se presenta un aumento de la corrupción que penetra los distintos niveles de gobierno, minando la capacidad del Estado para combatirla y, en ciertos casos, convirtiéndolo en cómplice de esta.

Por su parte, Nicolás Zevallos, investigador principal del Laboratorio de Criminología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, desarrolló la situación del crimen organizado en el Perú, como fenómeno de carácter dinámico que debe ser abordado desde una perspectiva económica. En ese sentido, mencionó la presencia de narcotráfico, pero también de minería ilegal y tala ilegal; actividades que generan economías ilícitas y mercados ilegales, que generan, a su vez, graves consecuencias para la sociedad peruana y que requieren de estrategias y acciones de control que respondan a la caracterización del fenómeno criminal específico. 

En ese sentido, mencionó que el crimen organizado en el Perú es un fenómeno dinámico que debe abordarse desde un punto de vista económico, que implica analizar la dinámica de los mercados ilegales que generan las actividades ilícitas como el tráfico ilícito de drogas. En ese sentido, se debe centrar la atención en la racionalidad económica del mercado y no solo en quien ejecuta la actividad ilícita.

Al respecto, Zevallos mencionó que en base a una investigación realizada por el Laboratorio de Criminología de la PUCP ha sido posible reconstruir el mercado ilegal de la cocaína, que estaría compuesto por 36 actividades. Solo las tres primeras, asociadas a la producción y transporte de la cocaína generarían unos 1200 millones de dólares. El Estado detectaría menos de la mitad de dicho monto. Cada actividad generaría un impacto distinto dependiendo de su ubicación en la cadena de valor.

Además, resaltó que en un contexto de expansión económica como el peruano, existe una permeabilidad entre lo legal, lo ilegal y lo informal. Como consecuencia de este escenario, se presenta el surgimiento de estructuras paralelas de poder, que se ven potenciadas por la informalidad, que brinda las condiciones propicias para el desarrollo y explansión del crimen organizao y su posicionamiento como actor económico estratégico en la región.

Finalmente, ambos expositores coincidieron en que es importante comprender que el crimen organizado transnacional tiene incentivos distintos de la delincuencia convencional. Por lo tanto, las estrategias para su control deben ser distintas. En ese sentido, se debe abordar el crimen organizado desde una lógica de cadena de valor y mercados ilegales, que permita centrarse en la necesidad de diseñar estrategias más focalizadas dependiendo del eslabón de la cadena productiva de la actividad ilícita. Por ejemplo, señalaron que el Estado debe enfocarse en ir tras el dinero producto de dichas actividades y fortalecer las estrategias para combatir el lavado de activos, que aún son débiles. 

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